Nueva denominación de la Revista del Acampante
  • Facebook
  • Twitter
  • RSS
  • Enviar por e-mail

La costa entrerriana, un regalo del Paraná

Airelibredigital.com » Destinos
Autor: Nicolas Kugler, Marzo 2011

Son extensas aquí las playas de arena, la pesca es abundante y variada, las puestas de sol se vuelven inolvidables y la amabilidad se hace presente en unos pueblos de historia intensa y un futuro turístico muy prometedor.

Hernandarias
Entre la ciudad de Paraná, señorial capital entrerriana, y la turística ciudad de La Paz en el noroeste provincial, el río Paraná fluye majestuosamente labrando los altos barrancos que lo enmarcan por el este, y anegando las tierras bajas que se expanden casi ilimitadamente hacia occidente. 

 

Desde la RN 12, se llega con facilidad a la costa exuberante de vegetación que regala generosamente numerosos balcones naturales abiertos sobre el río y el denso entramado de islas, riachos, bancos y lagunas. Son extensas aquí las playas de arena, la pesca es abundante y variada, las puestas de sol se vuelven inolvidables y la amabilidad se hace presente en unos pueblos de historia intensa y un futuro turístico muy prometedor.

 

Villa Hernandarias

Se dice que cuando aún estas tierras la habitaban pueblos del gran grupo chaná-timbú, nada menos que Hernando Arias de Saavedra, gobernador del Río de la Plata en los comienzos del siglo XVII, hizo pie en estas costas e introdujo ganado que rápidamente pobló los campos mesopotámicos. 

 

Desde entonces y por varios siglos, el Paraná fue una segura vía de comunicación entre los puertos del litoral, con un tráfico fluvial que floreció a comienzos del siglo XX, impulsando la actividad de numerosos pueblos costeros. 

 

Uno de ellos, Villa Hernandarias, recuerda con su nombre al gobernador colonial y su historia se narra en el museo local Dr. Emilio Villarroel. Con acceso desde la RN 12, ya sea desde el sur por la RP 8, o desde el este por la ruta A03, este pequeño pueblo de plaza frondosa se asoma al Paraná, recostado sobre sus extensas playas y ofreciendo sus aguas para la pesca deportiva, que ya sea embarcado o desde su costa barrancosa, suele ser generosa en número y tamaño, así como en variedad. Dorados, surubíes, armados, patíes, bogas y sábalos se incluyen en las capturas habituales. Hernandarias cuenta con cabañas y campings, y se organizan desde allí salidas de pesca. 

 

Hernandarias

Los días cálidos propician los deportes náuticos y en los meses de verano, sus aguas son el punto de llegada de una maratón acuática que se inicia en la vecina localidad de Piedras Blancas, y el punto de partida de una competición internacional que desafía a los nadadores a cubrir los 88 kilómetros de distancia que separan a Hernandarias de la ciudad de Paraná.

 

El pueblo nació en las últimas décadas del siglo XIX con la colonización de sus campos cercanos, y la diversidad actual de sus templos refleja los variados orígenes de sus primeros pobladores. Desde aquellos tiempos lejanos, el paisaje local vio surgir extrañas estructuras y edificaciones, asociadas a la explotación de las ricas canteras cercanas para la elaboración posterior de yeso, actividad que llegó a ser absolutamente relevante en la economía regional. También entonces el intenso intercambio por vía fluvial motivó en 1925 la construcción de un pintoresco pontón de madera y hormigón, utilizado como muelle flotante y convertido con el tiempo en restaurante en donde se saborean los deliciosos platos del río y en uno de los puntos favoritos de los pescadores.

 

El camino costero que desde el centro de Hernandarias se dirige hacia el Norte permite a poco de andar acercarse a los vestigios de una yesería abandonada, y asomarse a una antigua casona rural de mediados del siglo XIX, conocida como “la casa de la palmera”. 

 

Dos pueblitos para admirar el Paraná

 

Por un camino natural que nace en la ruta A03 cinco kilómetros al este de Hernandarias se llega tras ocho kilómetros al pueblito de Piedras Blancas, centro de la producción actual de yeso, y un verdadero pueblo jardín de calles curvas y cuidados espacios verdes. Sus campings costeros aprovechan el balneario y los miradores naturales sobre el Paraná. 

 

Hacia el sur de Hernandarias, en cambio, la RP 8 conduce luego de unos 20 kilómetros al caserío costero de Pueblo Brugo, frecuentado por pescadores, y cuyas casonas antiguas son testimonio de un pasado pujante, cuando su puerto daba vida a una población de casi 5.000 personas, aproximadamente diez veces su población presente. En la actualidad, nuevos emprendimientos turísticos prometen una revalorización merecida de la zona; entretanto, caminar por sus calles desiertas y pasar junto a sus viejos edificios atrae especialmente a los fotógrafos aficionados.  

 

Santa Elena

A 15 kilómetros de la RN 12 con acceso por la ruta A02, Santa Elena conserva su pasado de pueblo factoría en los edificios de ladrillos de estilo industrial inglés del viejo frigorífico que le dio la vida. 

 

Nacida como saladero en 1871, la localidad se convirtió a comienzos del siglo XX en una poderosa industria cárnica de capitales británicos, en donde cada sector de la población desempeñaba una precisa función: había hotel, almacén, comisaría, y los obreros ocupaban un sencillo barrio, mientras que el personal jerárquico de la empresa vivía en chalets rodeados de jardines, y en los momentos de ocio jugaba al tenis y al golf. 

 

Pueblo Brugo

Con el difícil devenir de la economía y los propios cambios sufridos por la empresa a lo largo de su historia, hacia fines del siglo XX la caída de su producción marcó la decadencia de la ciudad, manteniendo en la actualidad un nivel mínimo de actividad.  Esta intensa historia de apogeo y crisis se explica en las visitas guiadas al frigorífico, pero también el panorama se enriquece con la visita al Museo de la Ciudad y con los paseos urbanos que permiten recorrer las instalaciones como el puerto y el viejo muelle, avistar la grúa y por otro lado, conocer las dos iglesias que se levantaron en el pueblo.

 

Dueña de playas de arena fina y balnearios con campings aledaños, Santa Elena es además frecuentada por pescadores por las generosas capturas de armado y dorado, y de la llamada pesca variada. Las islas, riachos y bocas de arroyos cercanos abundan en pesqueros, que con nombres tales como Boca del Feliciano, Islote de los Chanchos, Pozo de Riquelme y Boca del Tigre convocan a las habituales salidas de pesca, como así también se acercan a su costanera los deportistas a probar suerte desde tierra. 

 

Costa del Río Paraná en Santa Elena

Los alrededores ribereños de Santa Elena abundan en rincones agrestes de una avifauna muy diversa y una densa vegetación subtropical, que son el destino de excursiones y paseos náuticos que se organizan desde los complejos turísticos que hay en esta pequeña ciudad. Sus bulevares arbolados y numerosos sus espacios verdes, entre los que se destaca el pintoresco Paseo de la Olla, a unas 15 cuadras del centro, enmarcan inmejorablemente a esta simpática población que gradualmente se prepara para dar la bienvenida a un creciente número de visitantes.

 

 

Más Información

Para conocer las experiencias y los relatos de otros campistas, ingresar acá.

Para ver los campings en la zona de Hernandarias, ingresar acá. 

Para ver los campings en la zona de Santa Elena, ingresar acá. 

Otros alojamientos y servicios en la región pueden verse en www.acampante.com

 

Foto de Puerto Brugo gentileza Secretaría de turismo.

Notas de Destinos en ediciones anteriores

El espacio de los lectores

Dejá tu comentario sobre está nota:

No es novedad que Entre Ríos e maravilloso! Conocemos casi todas sus TERMAS, además de otros lugare, como VILLA URQUIZA, por ej-Muy hermoso pueblo, encantador!! Quien no lo conozca..¡NO SABE LO QUE SE PIERDE!!

Comentario bajo el anterior sistema de Hildo y Mary | 20-03-2011

Espectaculares las costas entrerrianas... Conocí Hernandarias hace mucho tiempo.... ahora piesnso volver.- La nota y las fotos exelentes.- Saludos.-

Comentario bajo el anterior sistema de Juan José | 15-03-2011

Traducir esta nota a:
Notas de Destinos en ediciones anteriores

© 2010 Revista Airelibredigital.com » Revista de camping