Se abre debate: ¿Cambiarías el camping tradicional por el Glamping?
El Glamping se impone como alternativa eco-friendly, sin resignar el confort, para vivir desde adentro los paisajes vírgenes, sin duda toda una experiencia.
Primero definamos que es el “Glamping”, el concepto, en principio, es simple: glamping es el resultado de mezclar la palabra glamour y camping. En la práctica son carpas cinco estrellas, instaladas en lugares a donde los alojamientos tradicionales no llegan y presentando una alternativa a las personas que pretenden vivir un contacto con la naturaleza con todas las comodidades de un resort.
Por ejemplo, un domo de 30 metros cuadrados para dos personas. Con camas king size, baños con ducha, mesa de luz, salamandra, con televisión satelital, internet y ventanas transparentes a los costados y en el techo para mirar alrededor. Con servicios como desayuno buffet, comidas preparadas por un chef y excursiones guiadas por parajes inaccesibles, no tienen nada que envidiarle a un hotel de lujo.
El origen del glamping es lejano: nace en los movimientos que había en la Ruta de la Seda, cuando llevaban a los jeques de un lado al otro para comerciar. En esos largos trayectos la comodidad debía ser absoluta, y a parte, transportable.
El primer boom comercial fue en los safaris africanos. Ahí es donde más se desarrollaron y se fueron haciendo famosos. En la actualidad, este tipo de alojamientos funciona muy bien en Asia, Europa y Estados Unidos, en donde hay alrededor de 5 mil glampings. En cuanto los países más cercanos a Argentina, este tipo de hospedaje tiene algunos destellos en Panamá, Colombia, Uruguay y Chile. En el país, si bien hay lugares en donde se puede vivir una experiencia tipo glamping, las propuestas son todavía híbridos entre alojamientos no tradicionales - como ser esferas transparentes, casas en árbol, habitaciones flotantes, carpas masivas, autocaravanas o tiendas de safari, vagones de tren o container equipados - y contextos de contacto con la naturaleza tipo camping.
Esta tendencia apunta, en principio, a un segmento premium. Los precios para pasar una noche tiene un piso de 150 dólares. Las carpas, a su vez, están pensadas para dos personas, con la posibilidad de, en algunos casos, agregar una tercera cama.
El Glamping se impone como alternativa eco-friendly, sin resignar el confort, para vivir desde adentro los paisajes vírgenes, sin duda toda una experiencia.